José Simón Elarba Haddad: El regreso a las aulas después de la pandemia
Después de dos años del anuncio de la cuarentena por COVID-19 en Venezuela, que derivó la suspensión de actividades académicas presenciales, los estudiantes vuelven a las aulas para retomar las actividades en el campus universitario, luego de mantener el aprendizaje de forma remota, trayendo con ello desafíos que ameritan estrategias educativas, para la nueva universidad post-pandemia.
Regreso a clases en la era post-covid
Volver a la normalidad de la actividad universitaria se presenta como un
reto para todos los estudiantes luego de la pandemia,
manteniendo el aprendizaje remoto como una nueva modalidad, cuando durante dos
años fue el garante de la continuidad de la educación desde el hogar.
La Universidad Católica Andrés
Bello inicia sus actividades regulares a partir del semestre abril-agosto 2022, para
las clases y evaluaciones de pregrado. Anteriormente los estudiantes fueron
sensibilizados con la asistencia al campus durante el período entre octubre
2021 y febrero 2022, periodo que se realizaron actividades presenciales
complementarias para las materias prácticas y operativas, el mes de marzo del
2022 fue completamente presencial.
Sin embargo, la vuelta a la normalidad representa un reto mayor para dos grandes grupos:
- Recién graduados de
bachiller que
iniciarán la carrera
- Cohortes de alumnos con
entre uno y cuarto semestre dentro de la modalidad remota
Expertos
en educación ofrecieron algunas
estrategias que pueden implementar tanto la población estudiantil como la
población docente, para enfrentar esta nueva realidad:
- Retomar los hábitos y el
autocontrol,
además de reconocer los problemas vividos tanto por los estudiantes como
los profesores, así como las experiencias positivas. En cuanto al
desarrollo de habilidades tecnológicas para ver y dar clases, que son
prácticas que no se pueden abandonar. Además, se puede identificar que el aprendizaje a
distancia es perfecto con jóvenes autocontrolados con ciertas
características individuales en su formación académica, como,
por ejemplo, aquellos alumnos con hábitos de estudio consolidados y
cuenten con herramientas tecnológicas. Como no representa una
mayoría, los profesores deberán trabajar en reforzar la toma de apuntes y
el manejo del tiempo, entre otros.
- Eliminar elementos
distractores en aulas de clase como celulares y otros dispositivos. Volver al
autocontrol y la conciencia del espacio académico.
- No se puede desestimar
la experiencia de alumnos y profesores de forma positiva dentro de la
virtualidad.
Aquel estudiante que fue bueno antes de la pandemia, se mantuvo excelente
durante la pandemia de forma remota, es muy posible que lo sea en la
vuelta a la presencialidad. Aquí lo importante es que el estudiante
entienda y asuma que es el dueño de su formación, que entiendan que son
dueños de su carrera y ellos son quienes las están construyendo, tanto
depende su formación como los resultados que obtenga.
- Motivar lo que llaman
algunos psicólogos flexibilidad psicológica, que es una
de las destrezas que los estudiantes lograron de forma positiva,
desarrollar la capacidad de adaptarse ante la nueva realidad, y ser
conscientes de cómo les molestaba lo que estaban experimentando. Ante la nueva situación, los estudiantes
son mucho más resilientes.
- Construir redes de apoyo
social, para hacer trabajos, estudiar, actividades extracurriculares, y así
consolidar la experiencia universitaria fuera de casa de los estudiantes
de nuevo ingreso o regulares. Además, que la socialización en las
aulas y las dinámicas de clase debe ser prioridad.
- Mantener la solidaridad
que surgió a partir de la pandemia entre los estudiantes, que fue de
inmenso valor dentro de las estrategias de afrontamiento durante el
confinamiento.
¿Cómo será la universidad Poscovid?
Rectores de universidades
apuestan por el modelo presencial, que sé está normalizando nuevamente,
entendiendo que la formación está más digitalizada y que brinda muchas ventajas
en el proceso de aprendizaje, al mismo tiempo que llevará a un modo de aprender
diferente, obligando a los centros de estudio a hacer cambios previstos de
forma acelerada.
Anterior a la pandemia, las universidades ya tenían un proceso
de transformación, adaptándose a los nuevos tiempos, a las nuevas demandas
tecnológicas de la sociedad, y la pandemia aceleró muchos
procesos, especialmente la modernización y ampliación de sistemas, como también
la tecnología como valor y una gran aliada para la continuidad de los procesos
formativos, tanto en la universidad como a lo largo de la vida.
La universidad de hoy en día será
más digitalizada y habrán muchos más eventos informáticos, aunque siempre
poniendo al estudiante primero, en cuanto a tener una formación
de calidad. El objetivo principal es seguir logrando que la universidad sea una
institución plural, que forme a profesionales competentes y que actúe como uno
de los principales mecanismos de ascenso social e igualdad en nuestro país.
Por
ello, la
universidad postcovid debe ser un modelo presencial enriquecido con la
comunicación online, y todos los medios de interacción con los
estudiantes que ayude a su aprendizaje, debate y evaluación, cuidando de las
personas, del estudiante, y que sea parte activa de su manera de aprender, bajo
la guía del profesor.
Algunas universidades han
instalado herramientas y recursos docentes gracias a una firme apuesta por la
innovación. La pandemia dejo claro que el estudiante se formará tanto
asistiendo a las aulas como en el uso de la tecnología, tanto en los docentes,
en pregrado y postgrado.
Igualmente, podemos incluir la investigación e
innovación. A nivel global, existe el fuerte entendimiento de
que la única forma de superar la pandemia fue debido a la ciencia y
conocimiento.
La universidad debe impulsar la
cooperación internacional, lo que llevaría a una educación más
globalizada. Desarrollar las alianzas entre otros centros universitarios
europeas y apuestas similares, abrir los campus ahora no se trata de
volver a las aulas, sino también de que estén más implicadas en la sociedad y de
que existan más colaboraciones con centros educativos.
La vuelta a clases llevará a los
alumnos a clase con otra visión, debe plantearse un nuevo modelo
educativo tradicional y personalizado con ayuda de la data, conformado por:
- Capacitaciones
- Formación
continua e inclusión educativa
- Emprendimiento y
Compromiso social.